Bienvenido a Mennopez, Pescados Congelados

Hace más de 15 años, en el corazón de la casa del Sr. Willy Hildebrand, nació un sueño que hoy conocemos como MennoPez. Lo que comenzó como un apasionado hobby, criando y pescando en casa, pronto se convirtió en la semilla de una historia extraordinaria.
La pequeña acuicultura ganó vida en la Colonia Sommerfeld, donde la calidad de los productos de MennoPez empezó a tejerse en el tejido de las conversaciones comunitarias. La frescura y el sabor únicos de los pescados congelados ganaron adeptos, y la demanda comenzó a crecer de manera exponencial.
A medida que el eco de MennoPez se extendía, la familia Hildebrand sintió el llamado a llevar esta deliciosa tradición más allá de las fronteras locales. La distribución se expandió hacia la ciudad de Campo 9, conquistando nuevos paladares y conquistando corazones. Sin embargo, esta expansión llevó consigo la triste partida del Sr. Willy Hildebrand, el visionario fundador que inició todo.
Pero la llama del sueño no se extinguió con su partida. La familia Hildebrand, imbuida con la pasión y el compromiso heredados, decidió darle continuidad al legado de Willy. Surgió así MennoPez, una marca que no solo representa productos acuícolas excepcionales, sino también un tributo a un hombre que amaba el trabajo arduo.
Hoy, con una cadena de frío propia que garantiza frescura desde el frigorífico hasta las góndolas de los supermercados, MennoPez no solo es una marca, sino un compromiso continuo con la calidad y el legado que comenzó en un hogar, como un simple hobby, hace más de una década. La leyenda de MennoPez vive en cada hogar paraguayo, llevando consigo la esencia de un sueño que continúa.